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"Un grupo de muchachos allá por 1906, buscaban tener un lugar para su “equipo de fútbol”, lejos estaban en ese entonces Ataliva Blanco y el grupo que lo rodeaba, de pensar que la formación de “El Rancho”, como se llamó a ese primer lugar de reunión, que estaba en Bolívar y San Martín, y luego en Rivadavia y Pedro Lagrave, daría lugar con el transcurrir de los años a unas de las instituciones deportivas más tradicionales de Pilar. No pretendían otra cosa que formar un cuadro de fútbol.

En el año 1925 se adquiere el terreno para la cancha de fútbol, y dos años más tarde se la cierra con chapas de zinc. En el año 1930 comienza su vida como institución legal, obteniendo su Personería Jurídica.

En 1931 se celebran ruidosamente sus bodas de Plata, con importantes festivales deportivos y artísticos. Distintos órganos periodísticos de la Capital Federal comentan el acontecimiento de este Club de Pilar. El Fútbol seguía siendo el deporte preferido.

En 1934 se terminan las obras de la cancha de fútbol, y se coloca la “piedra fundamental” de lo que es hoy la Sede Social de Ituzaingó 759, en el centro de Pilar.

El 27 de Diciembre de 1936, se inaugura la Sede Social. Luego se adquieren terrenos linderos, y se van incorporando nuevos deportes como Bochas, Básquet, Ajedrez, Tenis. Se cierra el perímetro de la cancha de fútbol, se construyen los vestuarios, tribunas, buffet y casa para el canchero. En 1954 se instala la iluminación, dando lugar al fútbol nocturno.

En 1960 se concreta otra gran aspiración: el natatorio en la Sede Social. En el año 1962, en los terrenos linderos a la Sede Social, comprados en 1949, se construye la nueva cancha de Básquet, que luego al ser cubierta da paso al actual gimnasio cerrado.

El año 1968 marca otro paso importante en la historia de la Institución. La Comisión Directiva de ese momento impulsa y consigue la aprobación en un decisión polémica de la venta del campo de deportes donde funciona la cancha de fútbol, y compra un casa quinta sobre la ruta 8, comenzando a gestarse lo que es hoy la Ciudad Deportiva del Club Atlético Pilar, en un predio de 11 has.

Toda una historia de esfuerzos personales, identificados por un mismo y noble objetivo, de infinidad de personas. La Institución pasó momentos de todo tipo, al ritmo de los vaivenes de nuestro país. Pasaron por sus comisiones dirigentes de diferentes ideas, con decisiones más arriesgadas, otros más conservadores, pero todos juntos hicieron que la Institución hoy esté intacta,